Por: Andrés Toyo
Introducción:
Paraíso significa huerto, jardín.
Eclesiastés 2:5; Cantares 4:13-15
El huerto del edén.
Génesis 2:8-9.
Fue un lugar de felicidad que Dios preparo para el hombre, pero el hombre lo perdió.
Ese lugar vino a ser morada de los justos en el mas allá; los israelitas distinguían entre un paraíso celeste y un paraíso inferior, perteneciendo el primero al cielo; en tanto que el segundo era una división del “hades”, que en hebreo es “seol”, la morada de los muertos, asignada a las almas de los injustos.
En este sentido Jesús se dirige al ladrón arrepentido. Lucas 23:43. Con esto se refería la morada de los bienaventurados después de la muerte.
Los judíos le llamaron “el seno de Abraham”. Lucas 16:22.
Lázaro fue llevado por los ángeles, el rico fue sepultado en el seol de tormento.
Ese fue el lugar a donde descendió Cristo Jesús en el momento de su muerte.
Efesios 4:9-10; Hechos 2:26-27,31 (Del patriarca David y de la resurrección del señor Jesucristo).
En otros pasajes bíblicos del nuevo testamento este término adquiere el sentido celestial; ejemplo:
Pablo apóstol, fue arrebatado al paraíso, hasta el tercer cielo, donde oyó palabra inefables que no les es dada al hombre expresar.
2 corintios 12:2-4. Apocalipsis 2:7 habla del paraíso de Dios.
Apocalipsis 22:2.
Compara Génesis 2:9 y 3:22.
En el cielo está el paraíso perdido. Apocalipsis 22:14.
En latín se pronuncia “paradisus” que significa parque, jardín de recreo; en griego se pronuncia “paradaisos”. Eclesiastés 2:5; cantares 4:13. Nehemías 2:8.
En hebreo paraíso significa jardín vegetal.
Tomando este ultimo pasaje el sentido del bosque del griego “paradisos”, los jardines de Salomón y a los jardines colgantes de Babilonia.
En la LXX Se dice “parais” de edén por huerto de edén.
Génesis 2:8. Paraíso, designado el lugar de la felicidad que el hombre ha perdido, vino a ser el nombre de la morada de los justos en el más allá.
El SEÑOR reinará para siempre.
ResponderEliminarÉxodo 15:18
La multitud de los discípulos, regocijándose, comenzó a alabar a Dios a gran voz por todas las maravillas que habían visto, diciendo: ¡Bendito el Rey que viene en el nombre del Señor; paz en el cielo, y gloria en las alturas!
Lucas 19:37