domingo, 17 de enero de 2021

Dulce otra vez




Leer: Isaías 25:1-9

"Y el Señor de los ejércitos hará en este monte a todos los pueblos banquete de manjares suculentos…" 
(v. 6).

Las costumbres nupciales en Rusia están llenas de belleza y significado. 
Una de ellas se lleva a cabo durante la fiesta de bodas, cuando el maestro de ceremonias propone un brindis en honor a la pareja. 
Todos beben un sorbo de su copa levantada y gritan: «¡Gor’ko! ¡Gor’ko!», que significa: «¡Amargo! ¡Amargo!». 
Entonces, los recién casados deben levantarse y besarse para que la bebida recupere su dulzura.

Isaías profetiza que la bebida amarga de la desolación, la ruina y la maldición sobre la tierra (cap. 24) darán paso a la dulce esperanza de un cielo nuevo y una tierra nueva (cap. 25). 

Dios preparará un banquete de comida deliciosa y bebidas dulcísimas. 
Habrá bendición, fecundidad y provisión para todos (25:6). 
Bajo el gobierno soberano del Rey justo, la muerte es sorbida, las lágrimas amargas quedan enjugadas y la mortaja de desgracia se cae (vv. 7-8). 
Su pueblo se regocijará porque Aquel en quien confiaron y esperaron traerá salvación y transformará la copa amarga de la vida en algo dulce otra vez (v. 9).

Un día, estaremos juntos con Jesús en las bodas del Cordero. 
Cuando Él dé la bienvenida a su esposa (la Iglesia) en su hogar, la promesa de Isaías 25 se cumplirá. 
La vida que solía ser amarga volverá a ser dulce. 

— Marvin Williams


Señor, ayúdame a poner mi esperanza en ti, Aquel que prometió cambiar mi lamento en baile.

¿Qué te hace anhelar que Dios le devuelva su dulzura a lo que ahora es amargo? 

¿Qué podemos hacer para endulzar la experiencia amarga de los demás?

-Copiado.

No hay comentarios:

Publicar un comentario